Nuestros Amos Señores y Benefactores no paran de dar la matraca con la desescalada, sus fases y horarios. De paso siguen entreteniéndonos y obviando la montaña de cadáveres, mentiras y errores. Un auténtico Everest del despropósito.
No están solos, en el Primer Mundo otros ejecutivos han hecho aguas ante el nuevo virus que la dictatorial y opaca China sacó a la luz el 31 de diciembre de 2019. La falta de transparencia de Pekín no es excusa para un occidente que se jacta de ser el más listo y el más fuerte de la clase. Ricos e inteligentes los países de la OTAN vieron lo que todos vimos: montones de chinos estresados, hospitales de edificación apresurada, aislamiento de ciudades millonarias y un cadáver mediático tirado en la acera. Descontamos el espionaje, la CIA, el MI5 y otros servicios de seguridad e inteligencia que debían estar centrados en asuntos de casa.
La cuestión es que estamos fatal. No sabemos en qué medida han pesado los intereses económicos, la ineptitud u otras causas desconocidas, pero a 30 de abril de 2020 Estados Unidos sobrepasaba los 57.000 muertos (aquí no se incluyen los desgraciados que han hecho caso a los consejos sanitarios de su presidente Donald Trump), mientras que Italia, Reino Unido, España y Francia superan los 24.000.
En el informe que he elaborado, más que un informe es simplemente una estadística propia sin mucho arte, he dividido los países a analizar en cuatro grupos:
- El de los países pésimos cuyas cifras totales de fallecidos son aterradoras: Estados Unidos, Italia, España, Francia, Reino Unido y Bélgica. (Grupo 1)
- El Grupo 2 formado por países que superan los 1500 muertos como Alemania, Países Bajos, Suecia, Suiza y Canadá. Es el grupo más heterogéneo y la valoración de cada país debe ser más singular.
- El Grupo 3 cuyos países han tenido más éxito en la lucha contra el SARS-CoV-2 y sus fallecidos no han llegado al millar de personas. De este grupo destacaría a Portugal y Grecia que con los Índices de Desarrollo Humano más bajos del grupo están teniendo éxito en su política de contención. A ellos les sumamos Austria, Dinamarca, Chequia e Israel.
- Y por último los brillantes países asiáticos que desde un primer momento le dieron al problema un tratamiento prioritario. Ninguno de ellos ha llegado al medio millar de fallecidos. Son Corea del Sur, Japón y Taiwán.
Un factor que no podemos olvidar es la diferente demografía de cada nación, Estados Unidos tiene 331 millones de habitantes mientras Bélgica no llega a los 12 millones. Los muertos por millón de habitantes nos ayudarán a valorar si esta segregación en cuatro grupos está cerca de la realidad, en mi opinión así es.
Italia iba en cabeza hasta que el 6 de abril llegamos los españoles a la primera posición de esta macabra clasificación. Diez días después los belgas nos superaban y hoy tienen 657 fallecidos por cada millón de habitantes.
Ha habido días muy negros pero parece que ya empieza el final de esta pesadilla, días negros como el 2 de abril en España, el 27 de marzo en Italia o los que tienen ahora en los países anglosajones.
Mucho ánimo a todos y un recuerdo para las víctimas y sus familiares.
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