Hace unos días terminé de leer Coltán, una novela de Alberto Vázquez-Figueroa, aventurero, inventor y escritor que amenizó mi juventud con títulos como Tuareg y Manaos. En esta última novela tiene protagonismo el llamado Tren del Diablo, ferrocarril que corta la selva amazónica entre la Porto Velho, capital del estado brasileño, y la ciudad de Guajará-Mirim en la rivera derecha del Mamoré. Ferrocarril surgido para la exportación del caucho, para unir lo que los rápidos del río Madeira separaban y para afianzar el dominio brasileño sobre Acre.

Diabólico porque el desafío técnico de su construcción se resolvió a base de sangre, más de 6.000 obrero perecieron en la construcción de sus 367 kilómetros, un muerto por cada 60 metros de línea férrea. Algunos llegan a calcular cifras cercanas a los 10.000, que se sumaría a los 30.000 obreros muertos por la fiebre del caucho a la que servía el ferrocarril. La mortalidad de ambos casos respondía a la misma receta: precariedad laboral, paludismo, hepatitis, disentería, fiebre amarilla, picaduras de arañas, escorpiones y otros animales venenosos, cuando no mordeduras de serpientes y jaguares. A esta masa obrera fallecida habría que sumarle una cantidad de víctimas indígenas indeterminada pero parece que mucho más abultada.
Los temas que se abordan en los libros Coltan y Manaos están relacionados con la explotación de recursos naturales en Hispanoamérica y África, y las consecuencias sociales y ambientales que su extracción ha tenido en estas regiones. Al igual que la fiebre tuvo consecuencias devastadoras en la Amazonía, el coltán es responsable de la degradación del medio ambiente en la República Democrática del Congo. Tanto en América a principios del siglo XX como en África al comienzo del XXI ha existido una violación sistemática de los derechos humanos, incluyendo trabajos forzados, explotación infantil y violencia sexual.

En Coltán vuelve a aparecer el Tren del Diablo de la novela Manaos, aunque de forma más secundaria, ya que los yacimientos de este mineral tan apreciado para la industria tecnológica se encuentra la región de Kivu en la República Democrática del Congo. El Ferrocarril Madeira-Mamoré es un ejemplo de infraestructura espectacular construida para facilitar la extracción de recursos naturales, tan espectacular que me han hecho buscar su paralelismo en África.

La mina de Bisie es una de las mayores minas de coltán del mundo y lleva en funcionamiento desde principios de siglo. La explotación del mineral compuesto de columbita y tantalita ha dinamizado las infraestructuras de comunicación de la zona.
La Carretera Nacional N°2 (conocida como RN2) fue construida en 2007 para unir Bukavu con Goma y Butembo, atravesando la región de Kivu del Norte y Kivu del Sur. La Carretera Nacional N°3 (RN3), construida en 2011, conecta las ciudades de Bukavu y Walikale. Ambas facilitan el transporte de los minerales extraídos en la región a la vez que articulan el comercio, pero también han sido ocupadas por grupos armados para controlar y extorsionar a los trabajadores y las empresas mineras.
Otra infraestructura importante son las presas hidroeléctricas del río Ruzizi, que se encuentra en la frontera con, Burundi y Ruanda. Proporciona energía a una gran parte de la región de los Grandes Lagos y ha sido objeto de controversia debido a la posible financiación del conflicto armado en la región a través de la venta de energía eléctrica. El proyecto de la Central Hidroeléctrica de Zongo II se inició en 2009 y se espera que la planta entre en operación en 2023
La ciudad de Goma está ubicada en la frontera con Ruanda y a orillas del lago Kivu, ha sido duramente afectada por conflictos bélicos, limpiezas étnicas, corrupción, el volcán Nyiragongo y la violencia en general. Alfonso Masoliver la describió en términos muy ásperos en un artículo publicado en diciembre pasado, calificándola como la capital del odio y del terror. A pesar de estos obstáculos para su desarrollo, el puerto y los astilleros de Goma están ganando importancia, y la ciudad cuenta con uno de los cuatro aeropuertos internacionales del país. Un país con casi cien millones de habitantes que sufren un bajísimo desarrollo socio-económico, un dato para ilustrarlo es que su esperanza de vida al nacer no llegaba a los 60 años en 2021.
Tras cerrar Coltan, abrí Ártico de Marzio G. Mian, en el primer capítulo se tratan los ávidos intereses mineros que se ciernen sobre Groenlandia yel autor plantea el peligro de «un Congo boreal». La idea extendida del Congo como un lugar de horror minero y humano se debe en gran medida a la llamada «Guerra Mundial Africana», figura retórica de la Segunda Guerra del Congo (1998-2003). Una guerra civil en la República Democrática del Congo que involucró a otros nueve países africanos y en la que más de veinte grupos armados participaron hasta llevar la cifra de muertos por encima de los 5 millones. Originada por la pervicencia de la rivalidad entre los aliados de Kabila y los rebeldes que se habían opuesto a su régimen en la Primera Guerra del Congo, el conflicto fue sobrealimentado por la explotación de recursos mineros como el coltán, comercio más importante que el «trono» de Kinshasa. La tradición de abusos, guerra y minería que tiene su origen en el colonialismo belga, su continuidad con la rebelión de katanga tras conseguir la independencia y su recrudecimiento con la guerra del coltán, hoy no ha desaparecido y pervive con el conflicto de Ituri la guerra de Kivu.

Burundi se ha implicado en los conflictos bélicos de la R.D. del Congo a la vez que libraba su propia guerra civil (1993-2005). Aún hoy apoya al gobierno del Kinshasa en la guerra de Kivu.
Sello burubdés emitido el 10 de noviembre de 1966 con el género de flor Protea como motivo. Dentado 13 1/2. Litografía offset multicolor. Valor facial de 50 francos burundeses. —Burubed stamp issued on November 10, 1966 with the Protea flower genus as a motif. Toothed 13 1/2. Multicolored offset lithograph. Face value of 50 Burundian francs. GODO-LUIS COLLECTION
La explotaciones mineras llevadas a cabo en el Tercer Mundo son una muestra de lo que intereses espúreos externos e internos pueden hacer a la naturaleza y a las poblaciones más desfavorecidas.

SABER MÁS
Los primeros años de independencia fueron muy turbulentos, es muy interesante este Histocast titulado La crisis del Congo: Katanga y las guerras mercenarias., lo tenéis en su página, en iVoox y en YouTube.
El Ministerio de Exteriores ha realizado en marzo de 2022 esta ficha sobre la R.D.C.